La noche Haute Couture se viste de seda, tul, brocados y el mejor chantilly cosido a mano con transparencias enriquecidas de colores sugerentes, pedrerías y bordados.
Si hemos de destacar un color protagonista y, con él, toda su gama cromática, es el rojo. En todas sus tonalidades es indudablemente el color de la colección. Aliándose con los diferentes tejidos cada una de las prendas adquiere una versatilidad exquisita con formas y volúmenes de auténtica fantasía.
Una vez más el, ya casi icónico, rojo Tot-Hom vuelve a ser el rey de la pasarela sumando estilo y feminidad a todas aquellas mujeres que visten con un vestido de alta costura de la firma catalana.