La elegancia es naturalidad, distinción y belleza. Para Tothom no hay elegancia verdadera si no es con naturalidad, es decir, mostrarse uno tal cual es, de modo que lo que ven de nosotros responda a nuestro ser verdadero. La elegancia no se debe notar, debe estar y así lo vimos en Carolina, una de nuestras novias.
Para su gran día escogió un vestido hecho a medida donde se marcaba la exquisita personalidad de la novia. La parte de arriba se confeccionó en un envolvente guipur de manga larga y espalda al aire seguido de una falda tubo. Sobrepuesta una falda de corte princesa que se ceñía a la cintura y resaltaba su feminidad. Un semirecogido adornado con un tocado floral se encargó de sujetar el fino velo y completar así el distinguido, natural y bello estilismo de Carolina.
Un vestido personalizado, confeccionado con mucho mimo y del que estamos orgullosas de poder mostrar hoy, gracias a las fotografías de la novia, en el Blog.