Es final de mes. Toca dejar el hijo y la aguja para tomarnos un respiro y disfrutar charlando con personas influyentes y amantes de la moda que nos cuentan cosas interesantes. Las mismas siete preguntas pero nunca las mismas respuestas. Hoy nos acompaña Mónica de Tomás…
Mónica de Tomás es modelo, bloguera y periodista. Es una mujer versátil y polifacética. Ha sido y es imagen de numerosas marcas de prestigio y no ha parado de recibir premios en el último año. Con su blog, Monimoleskine, nos abre una ventana diaria a las últimas tendencias en moda.
¿Qué encontramos en tu armario? ¿Prendas atemporales o últimas tendencias? De todo un poco… Me gusta invertir en buenos básicos que nunca pasan de moda: jerséis de cashemere, una buena americana, abrigos, jeans… pero también, incluyo prendas de las últimas tendencias.
¿Con qué color sabes que triunfarás seguro? Con el negro. En el caso de un cóctel con un LBD (Little Black dress) nunca fallas. Un smoking negro y una camisa blanca también es una buena apuesta.
¿Qué hay dentro de tu bolso? ¡De todo! ¡Jajajaja! Mi bolso puede servir de arma arrojadiza. Está siempre lleno y pesa muchísimo porque el día me cambia en cuestión de minutos y tengo que ser precavida. Llevo teléfono por supuesto (no puedo vivir sin él), ipad, lipstick, gafas de sol, cartera, pañuelo, algún foulard, a veces unas bailarinas, cámara de fotos, agenda…
¿Cuál es tu rutina de belleza? Limpiar e hidratar son mis básicos. También, de vez en cuando, acudo a un centro de belleza para hacer una limpieza de cara mas en profundidad. Cada cierto tiempo, me aplico una mascarilla hidratante y la dejo actuar toda la noche.
¿Quién es tu icono de moda? Son muchos pero desde que era bien pequeña Audrey Hepburn. La recuerdo vestida de Givenchy en muchas de sus películas y era la elegancia personificada. En cuanto a diseñadores: Balenciaga y mi querido Elio Berhanyer.
¿Con qué línea de Tot-Hom te sientes identificada? Con todas la verdad, pero suelo ponerme mucho vuestra línea de fiesta.
Si tuvieses que definir Tot-Hom con una palabra, ¿cuál elegirías? Elegancia atemporal.