Hay vida más allá de los foulards, las bufandas de punto y los pañuelos de seda que nos enrollamos cada vez que queremos proteger nuestra garganta del frío. Se trata del cuello cisne, el cuello alto o el cuello vuelto. Distintos nombres que hacen referencia a una misma prenda que tiene como objetivo llevarnos a lo más alto.

El jersey de cuello vuelto se convierte una vez más en uno de los iconos de invierno indispensables. Prendas que se prolongan en vertiginoso ascenso y que tienen el poder de estilizar una de las partes más sensuales de la mujer, su cuello.

La versatilidad innata del cuello vuelto

Si hay una prenda exclusivamente invernal que brilla por su extrema versatilidad, ésta es sin duda el jersey de cuello vuelto. Un icono en nuestros armarios que le podemos sacar el partido que queramos y que destaca por ser sumamente favorecedor.

Los recursos estilísticos son infinitos. Úsalo como body por dentro de unos jeans de tiro alto, póntelo debajo de jerseys gruesos, combínalos con chaquetas de punto de otro color para introducir un ápice de contraste, enfúndate un vestido de tirantes lencero encima o llévalo tal cual, de manera desenfadada y sin doblarle el cuello.

El cómo da igual, lo importante es hacer de este básico una prenda base que nos permita crear looks con mucho rollo. Y de paso, que nos envuelva ante la bajada de las temperaturas. De cashemere, de punto, de canalé… los tejidos que dan vida a este tipo de prendas son pueden ser muchos. ¿Lo mejor? ¡Todos valen!

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